CCOO ha denunciado que este domingo, alrededor de las 11.00 horas, se produjo una pelea multitudinaria en la cárcel de Topas (Salamanca) , en la sala de televisión del Módulo 6, donde grupos de internos de origen latino y magrebí comenzaron a lanzarse sillas, mesas y diversos objetos. La rápida intervención de los trabajadores del centro evitó consecuencias más graves, aunque ha sido necesario aplicar medios coercitivos de aislamiento a doce reclusos y trasladar a otros dos a Enfermería. El sindicato ha afirmado que los graves incidentes ocurridos son la consecuencia directa del incremento «descontrolado» de población reclusa, la falta estructural de personal y la llegada continuada de internos con perfiles «altamente conflictivos» y con grados de tratamiento que no se corresponderían con su comportamiento real, informa Ical. La organización ha destacado públicamente la «profesionalidad, serenidad y eficacia» demostrada por la plantilla en un entorno que ha definido como «marcado por la elevada conflictividad». «Una vez más, los trabajadores volvieron a poner en riesgo su integridad física para contener una situación que pudo haber derivado en consecuencias gravísimas», han subrayado. La central sindical ha asegurado que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias conoce desde hace meses la situación , pero «sigue sin actuar». Según ha explicado, la organización lleva tiempo alertando mediante escritos, reuniones y comunicaciones formales del aumento «insostenible» de internos en Topas, muchos de ellos catalogados como peligrosos o con antecedentes de violencia, lo que estaría saturando la capacidad operativa del centro. Pese a las advertencias, lamentan que no se haya adoptado ninguna medida eficaz para aliviar la tensión interna. En la misma línea, CCOO ha denunciado que buena parte de los reclusos que llegan al centro lo hacen adscritos a grados que no se ajustan a su conducta real, una práctica que califican de «habitual» y que, aseguran, compromete la seguridad y deteriora la convivencia. Por todo ello, la organización ha exigido medidas urgentes , entre ellas un refuerzo inmediato de la plantilla y una reducción del número de internos asignados al centro, ajustándolo a los recursos humanos y materiales disponibles. CCOO ha insistido en que los disturbios del Módulo 6 «no son un hecho aislado», sino «un síntoma claro del colapso progresivo» que sufre la prisión salmantina. Advirtió además de que, sin voluntad de escuchar a la plantilla, sin reforzar las dotaciones de personal y sin adaptar la clasificación y distribución de los internos a la realidad del centro, este tipo de episodios volverán a repetirse. El sindicato ha concluido que continuará defendiendo la seguridad, la salud laboral y los derechos de los trabajadores penitenciarios, «alzando la voz donde sea necesario para que no se sigan ignorando los riesgos que cada día asume la plantilla del Centro Penitenciario de Topas».