Isabel Coixet repite como mejor directora en unos Goya en los que arrasan 'Handia' y las mujeres
"Estamos en los Goya y vamos a partirnos el culo esta noche", ha empezado Ernesto Sevilla haciéndose un guiño a sí mismo en esta 32 edición de los premios. Y el primer chiste no ha tardado en llegar: "Es muy importante reivindicar el papel de la mujer en la gala, por eso la presentamos Joaquín Reyes y yo".
"Os está quedando un campo de nabos feminista precioso", les contestaba mordaz Leticia Dolera. Quizá no fuesen mayoría sobre el escenario (como presentadoras) o entre bastidores (como guionistas), pero sin duda las mujeres del cine español han sido las grandes protagonistas de la noche.
"Solo ha habido tres señoras que hayan ganado el premio a Mejor dirección", ha recordado Sevilla. Y siguen siendo tres: Isabel Coixet ha dado la sorpresa final obteniendo tanto ese galardón como el de Mejor película y Mejor guion adaptado por La Librería. La anterior mujer de la categoría fue precisamente la catalana en 2005 por La vida secreta de las palabras.
Ella y Carla Simón ya habían hecho historia solo con su nominación, pero lo que bien empieza, bien acaba. La segunda estrenaba el atril de los premios recogiendo su merecido Goya a Mejor dirección novel por Verano 1993 de las manos de Leticia Dolera y Paula Ortiz.
- Leticia Dolera: "Nosotras somos la mitad del mundo".
— SH (@Holmsiano) 3 de febrero de 2018
- Paula Ortiz: "Y la mitad de la imaginación".
No se puede decir más claro, ni más bonito. #Goya2018pic.twitter.com/A8BkcTCqdI
"El poeta García Lorca decía, 'yo denuncio a toda la gente que ignora a la otra mitad'. Nosotras somos la otra mitad, la mitad del mundo. La mitad de la imaginación", citaban ellas y, como un bonito presagio, sacaban del sobre el nombre de Simón.
"Se lo quiero dedicar a mis padres biológicos y a todos los padres que murieron por el SIDA. No debería haber ningún estigma, no pasa nada por vivir con el VIH. Y, evidentemente, más mujeres haciendo cine", ha recalcado.
La gala seguía veraniega en la categoría de Actriz revelación, entregada a Bruna Cusí por su entregado trabajo con las dos niñas pequeñas en Verano 1993. Su personaje, "femenino, real y complejo", como le ha agradecido a su directora, representa esa dualidad de sentimientos maternales, entre la responsabilidad y la frustración. Su pareja sobre la pantalla, David Verdaguer, conseguía lo propio triunfando como Actor secundario.
.@bruna_cusi, Mejor Actriz Revelación en los #Goya2018 por su papel en 'Estiu 1993'. Lee la noticia completa: https://t.co/9TwMoCHZ8c pic.twitter.com/WCIJL5yLEK
— Premios Goya (@PremiosGoya) 3 de febrero de 2018
Si bien El autor apuntaba como una de las grandes favoritas durante estos meses, al final se ha tenido que conformar con solo dos premios. Eso sí, de los grandes. El primero ha sido para Adelfa Calvo como Mejor actriz secundaria, quien ha invertido sus minutos en el estrado para hablar igualdad. "Que el cine, si es de verdad un arte libre, debe ser un lugar donde las mujeres y hombres trabajemos en igualdad", ha reivindicado.
Más tarde, Javier Gutiérrez recogía su segundo galardón de la Academia después del de La isla mínima, en 2014. Por su parte, en Actriz protagonista se ha impuesto Nathalie Poza por la vis dramática que hizo grande a una película pequeña como No sé decir adiós. "Es muy sospechoso que un tío escriba un personaje femenino así de poderoso", ha dicho la intérprete mientras lucía el abanico rojo en una mano y su Goya en la otra.
Pero si hay una película que no ha tenido tiempo para respirar entre celebración y celebración, esa es Handia. La cinta sobre un gigante real que nació en Guipúzcoa en el S.XIX, y que fue explotado como una mera atracción de circo, se ha hecho con diez premios, superando por uno a la líder del año pasado, Un monstruo viene a verme.
El proyecto (en euskera) de los vascos Aitor Arregi y Jon Garaño, que partía con 12 nominaciones, ha arrasado en las categorías técnicas y en algunos de los apartado más apetitosos, entre ellos el de Mejor música original, que se lo ha arrebatado a la Meryl Streep de las BSO, Alberto Iglesias. Minutos después, con Guion original, sumaban el décimo cabezón. En la categoría hermana, La librería se hacía con la última oportunidad de ver a los Javis en acción sobre el escenario, y eso siempre es una pena. Los directores de La llamada se han tenido que conformar de entre sus cinco nominaciones con el premio a Mejor canción original para Leiva.
El otro gordo para Handia ha caído en manos de Eneko Sagardoy, que se ha impuesto en Mejor actor revelación a sus jóvenes contrincantes y se lo ha dedicado a "esas identidades incomprendidas y cuerpos raros".
Las mujeres que se hicieron escuchar
Aunque la Academia despertó críticas por vender la gala del "año de las mujeres" sin ninguna guionista en su nota de prensa, el resultado ha mejorado las expectativas. Los chanantes han compaginado sus minutos de gloria con algunas compañeras como La Terremoto de Alcorcón, Cristina Castaño e incluso Paquita Salas, que han hablado sin rodeos de lo mucho que queda por hacer en el cine español en materia de igualdad.
Bastante más efectivo que Dani Rovira subido a unos tacones rosas, el monólogo feminista ha sido prácticamente un coto privado para las mujeres. Salvo en contados momentos, ningún ganador ha dedicado unas palabras a sus compañeras ni a la lucha por romper la brecha salarial y el sesgo de género que domina en el sector.
Por suerte, los divertidos sketches, los chistes oportunos de Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes y algunos fantásticos discursos han convertido esta edición en la más rápida de los últimos años.
Una mención especial se merece el de Julita Salmerón, madre coraje de Gustavo Salmerón y protagonista indiscutible de Muchos hijos, un mono y un castillo, alzada como Mejor película documental. Sus palabras de amor hacia su hijo y su marido, de admiración hacia todas las madres y a su abuela, y de humildad porque ahora no podrá "ir a comprar con carrito sin ser reconocida", han conquistado a los presentes.
¡Julita tendrá que hacer hueco en el castillo! Muchos hijos, un mono y un castillo, de Gustavo Salmerón, se alza con el #Goya2018 a Mejor Película Documental pic.twitter.com/AGK90e37uR
— Premios Goya (@PremiosGoya) 3 de febrero de 2018
Porque, a veces, una fiesta que se supone el colmo del glamour puede convertirse en una experiencia hilarante y maravillosa con una mujer "anónima" en el escenario. Gracias a Julita y a todas las que hoy se han subido al escenario para hacerse escuchar más que ver, podemos afirmar que esta ha sido una gala histórica en los 32 años de Premios Goya.