México puede elevar su deuda y tener lista una reforma fiscal para garantizar pago: FMI

Ante crisis del COVID-19, México puede elevar más la deuda pública y preparar desde ahora una reforma fiscal para implementarla en 2022, lo que dará confianza a los mercados sobre la existencia de recursos para enfrentar un mayor endeudamiento, dijo este jueves Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Werner reconoció también que existe mayor espacio para también en la parte monetaria, el Banco Central recorte más sus tasas de interés. “Se puede incrementar un poco más la deuda para enfrentar este servicio de la deuda con los retornos que dé una reforma tributaria”, explicó.

El uso de políticas fiscales ha sido el instrumento más importante para minimizar los efectos de contagio a nivel global y la recomendación generalizada del FMI ha sido la de proteger el ingreso de las familias y de las unidades económicas más afectadas.

Werner detalló que lo primero es compensar la caída del ingreso familiar aumentando el monto y la cobertura de programas sociales o con la implementación de nuevos programas, como puede ser utilizar los registros de la electricidad como vía para hacer llegar apoyos.

También debe implementar esquemas para posponer pago de impuestos, adelantar aguinaldos y utilizar el esquema que hay en México del seguro de desempleo a través de los retiros de los fondos de los trabajadores en las Afores, con modificaciones para adecuarlo mejor a la situación de la pandemia.

“Si uno va a implementar una respuesta agresiva de política fiscal, sería importante que vaya de la mano de la implementación de una reforma tributaria que entre en vigor una vez que se normalice la situación", dijo en la videoconferencia 'Impacto Económico de la Pandemia', organizado por la consultora Área 9 Academia en asociación con diversas universidades de México y Estados Unidos.

En la parte monetaria, consideró que el Banco de México (Banxico) tiene que seguir con el proceso de reducción de tasas de interés, incluso llevarlas al terreno negativo.

“Si la economía mexicana se contrae entre 6 y 8 por ciento este año, claramente los mecanismos de presiones de demanda agregada e inflación no existen. Tendríamos que ver tasas de interés reales negativas y con una tasa de interés de cero en Estados Unidos; yo creo que eso, eventualmente va a llegar”, señaló.

El FMI estima que la economía de México se contraiga 6.6 por ciento en 2020, sin embargo, el directivo del FMI, advirtió que las previsiones de verano que haga el organismo, “muy seguramente serán a la baja”, ya que las recientes cifras del comportamiento del PIB en Estados Unidos en el primer trimestre del año fueron inferiores a las pronosticadas, así como también en Europa.

En el mediano plazo vislumbró oportunidades para la economía mexicana apoyada en la actividad comercial con las tensiones entre China y Estados Unidos a su favor, además de la entrada del acuerdo comercial y la nueva incertidumbre que el COVID-19 generó sobre los riesgos de disrupción de cadenas globales de valor que revalora la cercanía geográfica.

“Esto beneficia a México, pero para capitalizarlo tienen que reducir la incertidumbre. Hemos visto que el sesgo político de los gobiernos en curso no alteran la estabilidad macroeconómica, pero en la parte microeconómica sí hemos visto dudas que ha generado cambios sobre los inversionistas, que es parte de esta incertidumbre regulatoria”, apuntó.