El sector duro de Vox Baleares mantiene un doble pulso contra el PP y la cúpula nacional de su propio partido. Tras una semana de crisis a dos bandas, Vox Baleares no afloja sino r edobla su órdago hacia el PP y dice ahora que ya no es suficiente pactar un calendario para la implantación de la libre elección de lengua en las escuelas. Ahora también quiere saber cómo lo va a hacer y reclama una reunión con el Gobierno de la popular Marga Prohens. Vox no rebaja su propuesta de máximos con la implantación de la libre elección de lengua –quiere que se comience con todo infantil y primaria el próximo curso y en secundaria el siguiente- y sostiene que si no está «asegurada», no levantará su veto al techo de gasto del Ejecutivo del PP. Una situación inédita que mantiene en el aire los presupuestos de la región. El conseller de Educación, Antoni Vera, no da un calendario cerrado pero se ha comprometido en el pleno de este martes a hacer un «plan de actuación» que empezaría el próximo curso en infantil y que se iría «consolidando» a lo largo de la legislatura. Ese era el compromiso alcanzado entre ambos partidos en julio y así se registró en el pacto de investidura tras las elecciones del 28 de mayo. Un documento que incluye 110 medidas entre PP y Vox en el que se acordaba la implantación de la libre elección de lengua «a lo largo de la legislatura», sin los plazos apremiantes que Vox reclama ahora. Noticia Relacionada reportaje Si Las 72 horas en las que Abascal perdió el control de Vox en Baleares Mayte Amorós El sector duro se rebela contra las directrices nacionales y dinamita el acuerdo con el PP a los cien días. Los díscolos, convocados este miércoles en Madrid para reconducir la situación «Trabajaremos para que el próximo curso, la libre elección de lengua sea una realidad», promete el conseller Vera, que busca también la complicidad con los centros educativos y quiere dotarlos de recursos para su implantación. Para Vox, el principal problema es la falta de voluntad del conseller , al que acusa de ser un «rehén de la izquierda» y de «bloquear con su miedo continuo a la calle que los menores puedan estudiar en su lengua materna». Según Cañadas, su actitud les «impide ser socios» y les «deja en la oposición». Pese al encontronazo político, la presidenta de Baleares, Marga Prohens, afirma que el Ejecutivo quiere cumplir los acuerdos de investidura, fruto de la «generosidad y el respeto mutuo» , que no es lo mismo que el «sometimiento de unos y otros», ha hecho hincapié la popular en el pleno de esta semana, decidida a mantener su hoja de ruta paulatina para la libre elección de lengua. Prohens pide responsabilidad a Vox y se muestra confiada en llegar a un acuerdo. «No tengo ninguna duda en que pronto habrá acuerdo», recalca la presidenta mientras tiene la mano a Vox recordando que no le da miedo dialogar. Aparte de la crisis política con el PP, el sector duro de Vox Baleares, encabezado por la portavoz Idoia Ribas, mantiene el pulso también con la dirección nacional del partido . Este miércoles, varios de los líderes baleares están convocados a una reunión en Madrid para solucionar una crisis que, por otra parte, niegan tanto la cúpula del partido como la delegación balear. Vox Baleares tilda las informaciones al respecto de «culebrones y novelas de baja categoría» . Pese a ello, la tensión se evidenció en el pleno del pasado martes, se confirmó el miércoles con el cese de Xisco Cardona como portavoz adjunto y con el despido de la responsable de prensa, y se ha rubricado este martes con la soledad de Cardona, relegado a un asiento en el extremo de la bancada. El sector duro de Vox Baleares actúa al margen de las directrices de Santiago Abascal. La semana pasada, destituyó al portavoz adjunto, Xisco Cardona, y a la coordinadora y jefa de prensa, por mantenerse fieles a las órdenes de Madrid , a pesar de que Abascal había ordenado aprobar el techo de gasto de la región con los ocho votos de Vox, y respetar el acuerdo de gobernabilidad con los populares, pero éstos no lo hicieron. Cardona era partidario de mantener el acuerdo con el PP, aunque no rompió la unidad del voto y se alineó con los rebeldes para no evidenciar la ruptura. Al día siguiente, lo destituyeron como portavoz adjunto , y esta semana le han cambiado de silla, dentro de la Cámara autonómica, para situarlo en segunda posición en el extremo, junto al grupo mixto. El defenestrado Cardona ya sólo aplaude las intervenciones del PP. Y el mensaje de la camiseta Ribas habla por sí sola: «pena, penita, pena».