Ojos que no ven barreras
«Perder la vista es una putada pero con el paso del tiempo lo maduras y acabas sacando la parte positiva de todo». Esta es la filosofía de Jota, como es conocido el deportista paralímpico José Luis García Serrano, quien perdió la vista a los 28 años a causa de un glaucoma derivado de una forma de inflamación ocular denominada uveítis. Pese a su talante jovial y abierto, no fue fácil para él pues llegó a pesar 110 kilos por el sedentarismo al que se vio abocado inicialmente y por el tratamiento con corticoides, pero decidió coger las riendas de su vida hallando en el deporte una tabla de salvación.