Ha llegado el verano a la capital de España, y eso, en una ciudad que llega sin miramientos a los 40 grados, nunca es fácil de llevar. Por eso, este mediodía el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha presentado la temporada estival de la 'playa' urbana de Madrid Río, dotada de 72 chorros que estarán en funcionamiento de 11.00 a 21.00 horas. También se han encendido las pérgolas acuáticas de los parques de La Gavia y Plaza de España. Además, este año el consistorio ha estrenado tres nuevos oasis en la plaza de Milmarcos (Vallecas), la calle Murcia (Arganzuela) y la avenida de Oporto (Carabanchel). Estos enclaves contarán durante toda la temporada con nebulizadores temporales de bajo consumo. Su uso es a demanda: el usuario presiona un pulsador cuando quiere refrescarse. Por su parte, la playa urbana de Madrid Río, proyecto que naciera como resultado de un concurso de ideas infantiles celebrado en el año 2005, se mantendrá en funcionamiento hasta el 15 de septiembre: «Una atracción para que los madrileños y los visitantes puedan disfrutar de la ciudad de una manera más saludable y amigable», comentó Carabante. La Comunidad de Madrid registró tan solo en agosto del año pasado 251 muertes por el calor extremo, siendo la segunda región tras Cataluña con más fallecimientos. Este año, para dar respuesta a las olas de calor, el Gobierno municipal ha diseñado un plan para adaptar la ciudad a condiciones climáticas extremas, en el que se engloba la instalación de estos espacios para refrescarse. Hoy concurre el plazo para que los partidos del ayuntamiento propongan modificaciones al protocolo de cierre de parques ante temperaturas y viento extremo que está siguiendo el gobierno de Almeida. «Tras varios días de críticas, sorprendentemente ningún grupo ha querido enmendar nada. Todavía tienen todo el día, pero no espero mucho. Todos los años ocurre lo mismo. Por nuestra parte creemos que es fundamental garantizar que se pueda visitar los parques con seguridad», aseguró Carabante. Entre los afectados por esta norma se encuentra la Feria del Libro, en el Retiro, que se ha visto obligada a cerrar en distintos momentos ante las previsiones meteorológicas. Sobre esta polémica, el alcalde Almeida manifestó que el protocolo, que puso en marcha el gobierno de Carmena, «puede dar sensación de injusticia y exceso», pero que por eso tiende «la mano a la oposición» en caso de que hubiese que retocarlo.
