Pese a las buenas intenciones del
FC Barcelona, que tiene muy encima de la mesa el fichaje de
Nico Williams, la operación sigue condicionada por la normativa del 'fair play' financiero. Desde el club azulgrana insisten en que no se trata de un problema de liquidez como tampoco ha pasado con
Joan Garcia: el
Barça tiene capacidad económica para abonar la cláusula de rescisión de 58 millones de euros más el
IPC, lo que dejaría la inversión en alrededor de 64 'kilos' en total. El verdadero escollo es el encaje salarial dentro de los parámetros que marca
LaLiga.
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