Dice Patxi López que si en una mesa se sientan un nazi y diez que lo respetan, en esa mesa hay once nazis. La ocurrencia le ha servido para no contestar a un periodista acreditado, pero se ve que la lógica solo opera con nazis. Si en lugar de una mesa es un Peugeot y, en vez de nazis, viajan dentro tres corruptos aficionados a la cópula por remuneración, con el líder de la banda no pasa nada: son solo tres puteros y un caballero. Y únicamente desde el momento en que los pille la UCO con el carrito del helado, nunca antes. La falacia de la 'reductio ad Hitlerum', o 'ad nazium', que es la utilizada en este caso...
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