Javier Tebas, después de unas semanas de tregua, ha vuelto a sembrar dudas sobre la posibilidad de fichar y de inscribir a jugadores como
Joan Garcia, por el que ya se ha pagado la cláusula, y de
Nico Williams o
Luis Díaz, que por segundo verano consecutivo son delanteros que copan portadas. Lo que el
Barça sabe desde hace tiempo es que, por necesidades económicas, el ‘fair-play’ obliga prácticamente a tener que hacer una buena venta. Es decir, desprenderse de algún jugador por el que alguien pague más de 50 millones. De las bajas que se pretenden dar este verano, y por lo que vamos viendo, el
Barça ingresará poco o directamente liberará jugadores para ahorrarse las fichas correspondientes. Es el caso de
Lenglet, del que no queda claro si el
Barça le pagará uno o más años de contrato para que se vaya. La situación de
Ansu Fati, con el
Mónaco, puede ser similar. Por
Christensen,
Torre o
Víctor, nadie va a pagar la intemerata.
De Jong, que ahora quieren renovarle, y
Ter Stegen, que ahora quieren pasaportarle, tienen la sartén por el mango. Ni el
United pagaría una cantidad enorme para llevárselo. Por más que el
City quiera a
Olmo, que el
PSG piense en
Gavi y que el
Bayern tantee al polivalente
Fermín, el
Barça no les quiere vender a ningún precio. Por
Eric, que hay ofertas, el precio no llega a solucionar el problema.
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