Si el diagnóstico general que acusa el
Real Madrid tras su debut fallido en el
Mundial de Clubes ante el
Al-Hilal (1-1) no es bueno, uno de los síntomas más claros es el estado de
Vinicius. La estrella brasileña, apagada desde aquella famosa tarde en la que supo que no ganaría el
Balón de Oro, sigue en caída libre y ofreciendo un nivel en cada partido muy alejado de lo que se ha visto de él en el pasado.
Seguir leyendo...