Vivimos una corriente de humanización en todos los ámbitos de nuestra vida. A nuestro alrededor, encontramos propuestas y negocios de todo tipo que nos enseñan a volver a comer como humanos, a aprender a movernos como humanos, a recuperar hábitos biológicos básicos como caminar descalzo o recuperar los ritmos circadianos . Volver, volver, volver. Ser humanos ya es un arte. En la otra orilla de esta fascinación por lo humanos que podemos llegar a ser, nos encontramos con la guerra, producto y proyecto humano por antonomasia. La violencia, el veneno y el sufrimiento. Tanto es así que los dos pensadores que el comisario Antón Castro escoge como referencias para esta renovada Bienal de Pontevedra son Susan Sontag y Rob Riemen....
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