Las temperaturas veraniegas se han adelantado y, con ellas, las ganas de playa.
Junio se está comportando como pleno agosto, y eso se nota en los planes de fin de semana: menos botas de montaña y más chanclas, menos rutas por el campo y más
escapadas al mar. En un país como
España no es difícil encontrar un buen sitio donde darse un baño.
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