Se complica cada día la tarea de recapitular los casos de corrupción que acorralan a Pedro Sánchez , aunque ya puede extraerse una conclusión preliminar: lo más puro de la 'banda del Peugeot' eran las prostitutas que atendían a varios de sus integrantes. Ellas regentaban un negocio bastante transparente, con 'book' publicitario incluido, hasta que José Luis Ábalos decidió ahorrarse el importe de sus servicios trasladándonoslo a los contribuyentes a través de su contratación por parte de empresas públicas. Ahí fue donde empezó lo auténticamente escandaloso. Claro que, en comparación con lo que vamos sabiendo, lo de Jesica y compañía resulta ser una minucia. En Navarra, patria chica del 'consigliere' Santos Cerdán, guardián de las esencias sanchistas, se sitúa uno...
Ver Más