Algunas reflexiones a raíz del asesinato de Charlie Kirk versan sobre lo odiosas que eran sus ideas y el hecho de que fuese abatido de un disparo siendo defensor de la segunda enmienda. Siempre, por supuesto, tras especificar que un asesinato nunca es justificable. Como si tras una violación alguien publicase que violar está feo y no debería hacerse jamás, muy mal, pero es que llevaba la falda muy corta y siempre defendió que sola y borracha quería volver a casa. Lo odioso de las ideas, en este caso, me parece tan irrelevante como en lo otro el largo de la falda. Y un poco menos que lo que piense de ambas cualquier fulano, aunque tenga la necesidad de hacérnoslo...
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