La moratoria «por fascículos» que el Ayuntamiento de Alicante ha aplicado para las licencias de viviendas turísticas (primero en edificios residenciales y luego también para bloques enteros) ha traído consigo que los inversores del sector busquen la fórmula para tratar de burlar las restricciones: desde convertir viviendas en pensiones a explorar la vía de los hoteles-apartamento.