España desarrollará el ''Eurofl’Eye'', que cambiará radicalmente la forma de pilotar los NH90 del Ejército del Aire
España se une a Francia en el desarrollo del sistema Eurofl’Eye, una tecnología de visión panorámica diseñada por Safran Electronics & Defense que promete transformar la forma de pilotar los helicópteros NH90 del Ejército del Aire y de las fuerzas especiales.
El Eurofl’Eye permitirá a los pilotos contar con una vista multiespectral y en 3D del entorno inmediato del helicóptero, proyectada directamente en la visera del casco TopOwl DD de Thales. El sistema combina seis cámaras infrarrojas con la bola optrónica Euroflir 410, ofreciendo un ángulo de visión de 200 compartido entre piloto y copiloto. Esta innovación mejora la interpretación de la situación, especialmente en condiciones adversas como vuelos nocturnos, niebla o polvo.
Alexandre Ziegler, director de la unidad de negocio de Defensa de Safran E&D, destacó: «Eurofl’eye simplificará el acceso a la información esencial, integrándola directamente en el campo de visión de los pilotos del NH90. Este dispositivo mejorará la capacidad de reacción y la toma de decisiones de los pilotos, especialmente en las condiciones externas más adversas».
Integración en las flotas españolas y francesas
En España, el Eurofl’Eye se incorporará a la última versión «Ground Spain Army» (GSPA) de los NH90, que sirve de base para los tres ejércitos y responde a necesidades expresadas por las fuerzas especiales. Además, reforzará los seis NH90 TTH en configuración «Maritime Spanish Transport» adquiridos recientemente dentro de un lote adicional de 31 aparatos.
Por su parte, Francia integrará la tecnología en los 18 NH90 FS destinados al 4.º Regimiento de Helicópteros de las Fuerzas Especiales (4e RHFS) de Pau. La Agencia de Gestión de Helicópteros de la OTAN (NAHEMA) notificó a Safran E&D, Thales y NHIndustries (NHI) el 26 de diciembre el inicio del desarrollo del sistema, aunque no se ha precisado la magnitud de la inversión conjunta.
El desarrollo del Eurofl’Eye también soluciona un retraso anterior en la integración de este sistema en los NH90 franceses, aplazamiento que se mantenía hasta encontrar un socio para compartir los costes. Los primeros helicópteros podrían entregarse sin el sistema ni el casco asociado, aunque no supone problema, ya que las aeronaves cuentan con el cableado y espacio necesarios para su instalación posterior.