Defensa acelera decisiones clave para sostener un pilar aéreo mientras llegan los nuevos cazas
El Ministerio de Defensa ha dado pasos decisivos para garantizar que los aviones de combate EF-18M continúen plenamente operativos durante los próximos años. Se trata de una cuestión crítica para el Ejército del Aire y del Espacio, que afronta una fase de transición en la que conviven sistemas veteranos con plataformas de nueva generación. La información ha sido confirmada tras varias decisiones adoptadas en un corto espacio de tiempo y respaldadas por acuerdos internacionales y contratos industriales.
Uno de los elementos centrales de esta estrategia es la reciente autorización del Gobierno de Estados Unidos para la posible venta de un paquete logístico destinado a los EF-18M en servicio en España. La operación fue comunicada oficialmente por la Defense Security Cooperation Agency, organismo dependiente del Departamento de Estado encargado de tramitar las exportaciones de material de defensa. Este tipo de operaciones se encuadra habitualmente en el programa de Foreign Military Sales, un mecanismo que permite a los países aliados acceder a repuestos, apoyo técnico y servicios de mantenimiento.
De confirmarse la operación en los términos anunciados, el desembolso alcanzará los 200 millones de dólares, una cifra que refleja la magnitud del esfuerzo necesario para sostener un sistema de armas con varias décadas de servicio. Los EF-18M cumplirán 40 años en activo en 2026, una longevidad poco común en aviación de combate que ha sido posible gracias a sucesivos programas de modernización y a una gestión logística altamente especializada.
Una transición aérea aún incompleta
La renovación de la flota de combate española está en marcha, pero todavía no ha alcanzado su fase final. El Ejército del Aire y del Espacio tiene previsto recibir a partir de 2026 los primeros ejemplares de los nuevos Eurofighter de última generación, correspondientes a la denominada Tranche 4. Estas entregas forman parte de los programas Halcón I y Halcón II, que en conjunto permitirán incorporar 45 nuevos aviones.
Sin embargo, esta sustitución será progresiva y parcial durante varios años. España adquirió en su día 96 aviones de combate de la familia F/A-18, fabricados por McDonnell Douglas, compañía que se integró en Boeing en 1997. Aunque parte de esa flota ya ha sido retirada, los EF-18M continúan siendo esenciales para cubrir misiones de defensa aérea, policía del cielo y apoyo a operaciones aliadas.
La política de seguridad española, estrechamente vinculada a su pertenencia a la OTAN, exige mantener un número significativo de aviones de combate plenamente operativos. En la actualidad, España participa en la protección del flanco oriental de la Alianza, con el despliegue de cazas EF-18M en Lituania dentro del Destacamento Aéreo Táctico Vilkas. Estas misiones imponen un alto nivel de exigencia técnica y logística sobre una flota que no puede permitirse interrupciones.
El refuerzo logístico desde Estados Unidos
El paquete autorizado por Estados Unidos tiene como objetivo principal asegurar el suministro de repuestos críticos durante los próximos años. Entre los elementos más relevantes destacan los componentes destinados a los motores General Electric F404, que propulsan a los EF-18M. Cada avión emplea dos de estos motores, considerados robustos pero cada vez más difíciles de sostener por la antigüedad del diseño.
Según la notificación oficial, se contempla la venta de 200 álabes de ventilador, piezas esenciales para el funcionamiento del motor. Este pedido se suma a una adquisición anterior de 50 unidades, lo que eleva el total a 250 álabes. El origen de estos componentes será el stock de la Armada de Estados Unidos, que operó durante años el F/A-18 en diversas variantes.
El acuerdo incluye además repuestos y equipos relacionados con el radar APG-65 del avión, como fuentes de alimentación y receptores excitadores, así como consumibles, accesorios, software clasificado y servicios de soporte técnico. Todo ello permitirá mantener la disponibilidad operativa de los EF-18M en un contexto de alta demanda.
El papel del Mando de Apoyo Logístico
La gestión de estos recursos recae en el Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire y del Espacio, responsable de planificar y ejecutar el sostenimiento de los sistemas de armas. La acumulación de repuestos estratégicos es clave para evitar cuellos de botella que podrían afectar a la preparación de las unidades de combate.
Este enfoque preventivo resulta especialmente relevante cuando se trata de flotas veteranas, cuyos componentes ya no se producen en grandes series y dependen en gran medida de acuerdos internacionales y de la disponibilidad de excedentes.
CLAEX y la modernización continua
Más allá del apoyo externo, la prolongación de la vida operativa del EF-18M ha sido posible gracias al trabajo desarrollado en España. El Centro Logístico de Armamento y Experimentación, conocido como CLAEX, ha desempeñado un papel determinante en la modernización progresiva del avión. Este organismo, dependiente del Mando de Apoyo Logístico, lleva décadas implementando los denominados Ciclos de Modernización.
Estos programas han permitido adaptar el avión a nuevas amenazas, integrar mejoras en aviónica y software, y mantener la compatibilidad con sistemas aliados. El EF-18M, designado internamente como C.15, ha evolucionado de forma constante para seguir siendo relevante en escenarios operativos contemporáneos.
Nuevas capacidades de ensayo y validación
A comienzos de diciembre se conoció, a través del Boletín Oficial del Estado, la adjudicación a la empresa española Tecnobit, integrada en Grupo Oesía, de un contrato para suministrar una cabina activa de EF-18 al CLAEX. El sistema, que se instalará en la base aérea de Torrejón, permitirá ensayar con mayor realismo las modificaciones de software desarrolladas en los ciclos de modernización.
El contrato, valorado en algo más de 1,5 millones de euros, incluye un emulador de cabina con movimiento, capacidades de maniobra y un sistema visual envolvente. Esta herramienta reducirá la dependencia de bancos de integración más costosos y facilitará la validación de nuevas funcionalidades desde la perspectiva del piloto.
La combinación de apoyo logístico internacional y desarrollo tecnológico nacional refuerza una idea clara: el EF-18M seguirá siendo un elemento esencial de la defensa aérea española durante los próximos años. Mientras llegan los nuevos cazas europeos, el veterano Hornet continúa ocupando un lugar central en la estructura operativa del Ejército del Aire y del Espacio, respaldado por decisiones estratégicas que aseguran su disponibilidad y eficacia.