El año 2025 ha sido para Castilla y León un ejercicio de contrastes, marcado por la recuperación progresiva en varios sectores estratégicos y por los desafíos que siguen condicionando el desarrollo territorial. La economía regional cerró el año con un crecimiento moderado, apoyado en el dinamismo del turismo, el avance de la agroindustria y la consolidación del sector tecnológico en ciudades como Valladolid, Burgos y Salamanca. Aunque la creación de empleo mejoró, persisten retos estructurales como la despoblación, el envejecimiento y la necesidad de atraer industria de alto valor añadido. En el ámbito turístico, 2025 confirmó la tendencia ascendente iniciada tras la pandemia. Castilla y León reforzó su posición como líder nacional en turismo rural, apoyada en la diversificación de...
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