Aguantar la presión
El Congreso también debiera ser un recinto en el que todo se pudiera decir a media voz. El mal genio, el insulto, el grito, la injuria y la invectiva nunca estuvieron reconocidos como cualidades dialécticas, pero aun así hay quien sigue el patrón. Cada día y en cada intervención. Cuanto más violento es el verbo, más aplausos hay de la clac, más vídeos virales, más excitación y mayores cuerpos de titular.
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