Hay días que empiezan en el sofá y terminan en el sofá, en un círculo que más que vicioso es triste: y al despertar, la tele seguía allí, iluminando con su azul eléctrico la mesa del salón, las migas de la pizza recalentada, el vaso mediado de agua de grifo y un rostro entre ojeroso y culpable, como de canción de Elliott Smith. Literatura, pero no demasiada. Noticia Relacionada Televidente opinion No Conversación de ascensor Bruno Pardo Porto «A la lluvia hay que agradecerle el nacimiento de la agricultura y... Читать дальше...