El instructor del 1-O airea una carta de Puigdemont a Trapero alabando la actuación de los Mossos

El tribunal rechaza, con la oposición de la Fiscalía, que el documento se incorpore a la causa para no provocar indefensión a los acusados

El juicio a la ex cúpula de los Mossos por su papel en el “procés” ha vivido un tira y afloja entre la Fiscalía y las defensas de los acusados por la pretensión del Ministerio Público de incorporar a la causa dos documentos que finalmente ha rechazado el tribunal, que preside la magistrada Concepción Espejel, para no causar indefensión a los acusados. En uno de ellos, al que se ha referido el teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena, instructor de la investigación del referéndum ilegal del 1-O, Carles Puigdemont felicita al mayor Josep Lluís Trapero en una carta fechada el 20 de octubre de 2017 -que el testigo ha afirmado desconocer si llegó a su destinatario- por la actuación de los Mossos en la jornada de la consulta soberanista. En esa misiva -intervenida en la cuenta de correo del ex president en el marco de la investigación del “procés” por el Tribunal Supremo (TS)- Puigdemont hace referencia a una anterior “reunión a puerta cerrada” a la que, según Baena, habría asistido el mayor de la Policía autonómica, algo que ha cuestionado su letrada, Olga Tubau.

Tras descartarse su incorporación a la causa, el fiscal Pedro Rubira ha continuado su interrogatorio y el testigo ha dado lectura a la misiva, en la que Puigdemont se refiere a la “dura persecución judicial” a la que según él estaban siendo sometidos Trapero y la intendente Teresa Laplana (investigados ya por sedición por la Audiencia Nacional en esas fechas), que “ha permitido al Estado extender impunemente una sombra de sospecha a todo el cuerpo de Mossos d´Esquadra”, se queja.

Aunque le asegura que ha procurado "mantener la discreción pública que nos habías recomendado", apunta que eso no obsta para que su actitud se pueda interpretar como "indiferencia o indolencia hacia una situación que me repugna y hace que me rebele, porque es injusta, arbitraria, abusiva, y por tanto antidemocrática". Es ahí cuando el todavía presidente de la Generalitar asegura: "Empiezo diciéndote lo que dije en una reunión a puerta cerrada: si todas las autoridades públicas observasen e interpretaran los derechos constitucionales de nuestra sociedad de la manera con la que lo has hecho siempre, muchos de los problemas que la sociedad tiene con la Constitución no existirían". "La balanza entre derechos y deberes, entre libertades y orden público no es nunca, ni puede ser nunca, una ciencia exacta -añade-. Lo importante de las leyes es siempre saber interpretar el espíritu y la intención y aunque hacerlo no te garantice la infalibilidad, sí que te proporciona en cambio mucha comprensión y aceptación de la ciudadanía a la cual sirves".

“Para mí la Policía que diriges es un modelo y es un orgullo”, subraya Puigdemont, quien precisa que no habla “solo como presidente, sino sobre todo como ciudadano y como padre de dos niñas pequeñas que se preguntan todavía hoy por qué hacía falta violencia policial en su escuela tan querida, su santuario de paz, de amistad, de alegría, violado sin contemplaciones por policías españoles”. Sus hijas, mantiene, “han aprendido de manera traumática que en Cataluña teníamos una Policía completamente diferente. La quieren y, a la vez, la respetan mucho, pero nunca les ha dado miedo, nunca se han despertado en medio de la noche gritando de miedo porque soñaban que las venían a buscar como ahora tristemente les está pasando...”. Es en ese momento cuando la presidenta del tribunal interrumpe la lectura del correo recordando al fiscal que “la prueba como tal no ha sido admitida” y que “una cosa es que se pregunte al testigo por cosas que pueda aportar” y otra “que se proceda a dar lectura” íntegra a la carta.

Minutos antes, la Sala también había rechazado la pretensión del fiscal de que otro documento aireado por Baena, en el que Trapero informa a sus unidades de que asume el control de todas las investigaciones referentes al 1-O, una circular que remitió en noviembre de 2015 al entonces fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, quien le había instado mediante una instrucción previa a investigar la posible comisión de un delito de sedición en Cataluña.