El hombre alegre, político, enamorado
Textos, documentación variada, recopilaciones realizadas por estudiosos de la vida y obra del Héroe Nacional de Cuba; así como una amplísima investigación, le sirvieron de base al notable escritor y periodista cubano Jorge Mañach (Sagua la Grande, Cuba, 1898–San Juan de Puerto Rico, 25 de junio de 1961) para conformar Martí, el Apóstol; una biografía novelada y muy bien articulada, considerada como uno de los grandes libros de las letras cubanas y un título de obligada referencia.
Recuerdo que hace unos años, durante la presentación de la reedición de esa obra (Editorial Nuevo Milenio, Sello Ciencias Sociales, La Habana, 2016), el doctor Pedro Pablo Rodríguez, investigador titular del Centro de Estudios Martianos y director de la Edición Crítica de las Obras Completas, señalaba que ese título, aún hoy, constituye una obra de necesaria consulta por la profundidad de su análisis histórico-investigativo, al igual que por la exigencia y dedicación con que fue elaborada. Y apuntaba, además: «No olvido que, en mi primer trabajo sobre Martí, publicado en una revista cubana en 1970, expresaba que para mí continuaba siendo Martí, el Apóstol, la mejor biografía que existía. Luego han aparecido otras, como la del escritor Luis Toledo Sande, editada por Ciencias Sociales en más de una ocasión y que recomiendo su lectura. Pero, sin lugar a dudas Martí, el Apóstol es un libro que nos brinda muchos ángulos».
Al decir del también Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas, estamos ante «un Martí alegre, político, enamorado, que confronta a su familia. No aparece reflejado como genio sobrenatural o santo, sino como un hombre. En ese sentido, este texto rompió con los esquemas impuestos sobre su personalidad, y Jorge Mañach se atrevió, por vez primera, a destacar cuidadosamente el desarrollo humano de José Martí, con sus miedos, frustraciones, anhelos y angustias».
Escrito en el año 1932, y publicado por primera vez en 1933, el volumen atrapa al lector por su apasionante contenido, la manifiesta devoción de su autor, la sensible representación del hombre de La Edad de Oro, y su narrativa extraordinaria. Cuentan que un amigo del prestigioso intelectual cubano solía decir: «Mañach, usted nos engaña. Usted no escribió la biografía de Martí, sino que dejó que él se posesionara de usted para escribirla».
Si de biografías sobre José Martí se trata, son muchas y excelentes las que podemos consultar. El Centro de Estudios Martianos, en su página en internet (www.josemarti.cu) reúne los títulos de esas producciones escritas tanto para adultos, como para niños y jóvenes. Sobresalen en ese listado obras como: Semblanza biográfica y cronología mínima, de Roberto Fernández Retamar e Ibrahím Hidalgo Paz; José Martí: síntesis de una vida extraordinaria, de Carlos Márquez Sterling; Martí, hombre, de Gonzalo de Quesada y Miranda; Martí, síntesis de su vida, de Emilio Roig de Leuchsenring; Cesto de llamas: biografía de José Martí, de Luis Toledo Sande; Vida y obra del Apóstol José Martí, de Cintio Vitier; y Nuestro Martí, de Herminio Almendros, por solo citar algunos.