Una mujer muy malencarada se presentó el viernes en Central Café, Doctor Fleming, Barcelona, a las diez de la mañana, hora muy concurrida por los desayunos de las empresas de los alrededores, para llevar a cabo una inspección sanitaria. En los bares se presentan a la hora del desayuno y en los restaurantes durante el almuerzo. Paralizan el servicio. Perjudican a la casa. Demoran al cliente. Tensan el ambiente, hacen observaciones, algunas superestúpidas, al responsable o dueño que les atiende, haciéndoles quedar mal ante el público que escucha, atónito. Se ponen el gorro para hacerse los higiénicos pero esta mujer pude ver que iba con su ropa de calle, probablemente contaminada según sus absurdos criterios, y no se puso guantes...
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