A estas alturas nadie duda del valor de
Benjamin Védrines como montañero y escalador único dentro de la estirpe de los grandes alpinistas de la historia. A sus
32 años, el magnífico atleta pluridisciplinar y guía de montaña francés, una especie de reencarnación de
Kilian Jornet y de hecho muy buen amigo del catalán, ha completado gestas para la posteridad como su ascensión al
K2 sin oxígeno ni apoyos externos en 11 horas, la subida más rápida jamás registrada en un ochomil.
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