El mensaje es claro: “Para venir al
Barça, el primer criterio es desear jugar en el
Barça y no querer jugar en un gran club”. Esa frase recoge una de las condiciones ‘sine qua non’ que se le exige a los futbolistas que aspiran a firmar por el
FC Barcelona. Es exigente y excluyente a la vez, pero a la vez sirve de criba. Quien quiera jugar en el
Barça, ahora, debe hacer sacrificios. No es la mejor época a nivel económico, las normas del ‘fair play’ de
LaLiga dan situaciones de tensión como las vividas por
Dani Olmo y
Pau Víctor y hasta el gran templo barcelonista, el Spotify
Camp Nou, está en obras y aún no se puede poner la mano en el fuego por que el
Gamper se juegue ahí en agosto. Pero el
Barça sigue siendo uno de los grandes a nivel mundial, con el mejor fútbol formativo del planeta y con el glamour de haber sido el club en que ha jugado la mayoría de los grandes cracks de la historia, entre ellos
Messi,
Maradona y
Cruyff. Solo faltaron
Di Stéfano, porque se lo arrebató el régimen, y
Pelé.Seguir leyendo...