La Premier, tope salarial sí; límite de gasto no
Los clubes de la Premier han aprobado esta temporada la introducción del límite salarial (SCR) y de ley de sostenibilidad a corto y largo plazo (SSR) a partir de la temporada 2026-2027, pero han rechazado el límite de gasto (TBA).
El SCR, que no supone una gran novedad porque once de los veinte equipos de la Premier ya están ligados a una regulación similar por competir en torneos UEFA, implica que los equipos sólo podrían gastar el 85 por ciento de sus ingresos en salarios y comisiones a agentes, mientras que el SSR o Sistema de Sostenibilidad y Resiliencia mide la capacidad de los clubes de hacer frente a compromisos económicos tanto a corto como a largo plazo.
El TBA, que no recabó los apoyos suficientes para salir adelante, era la mayor preocupación para muchos de los organismos relacionados con la Premier y suponía que los clubes sólo podrían gastar en la plantilla cinco veces lo que ingresara el colista en concepto de derechos televisivos y premios. Si se toma como referencia lo ocurrido en la temporada 2023-2024, la última de la que se tienen cifras exactas, esto supondría que los clubes sólo podrían gastar 550 millones de libras (630 millones de euros).
«El nuevo límite salarial tiene como intención promover igualdad de oportunidades a los clubes que aspiren al éxito y acerca el sistema financiero de la Premier al límite salarial existente de la UEFA, que opera en el 70 por ciento», según la propia Premier.
Las reglas financieras de la Liga inglesa se habían quedado anticuadas porque no habían recibido ninguna actualización desde que se instauraron en 2013. Por lo tanto, no han tenido en cuenta la inflación ni el incremento de los gastos en el fútbol, quedando ancladas en que los clubes de la Premier no podían acumular pérdidas mayores a 105 millones de libras a tres años.
Mientras que el SCR y el SSR recibieron el apoyo unánime de los clubes, el TBA sólo tuvo seis votos a favor. Para que una iniciativa sea aprobada necesita la luz verde por parte de catorce de los veinte clubes que forman la competición.
Fuentes de la industria aseguran que esto supone una derrota importante para la Premier y para ciertos clubes que querían introducir el TBA como medida para frenar a los clubes estado, ya que el Manchester City era el único conjunto cuyo gasto se acercaba a ese tope hipotético de los 550 millones de libras .
El SCR no supone un gran cambio a la estructura financiera actual de la Premier, ya que once de los clubes que compiten en la Liga inglesa ya se tenían que adscribir al límite del 70 por ciento fijado por la UEFA. Además, aunque se suba este límite hasta el 85 por ciento, los clubes pueden gastar hasta el 115 por ciento a costa de pagar un impuesto de lujo como sucede en la NBA. Esta nueva norma sustituirá a la actual que permite 105 millones de pérdidas a tres años y existe la creencia de que limitará aún más a los clubes pequeños a la hora de crecer, ya que restringe su capacidad de gasto a sus propios ingresos.
Pese a que una actualización del actual «fair play» financiero era necesaria para el crecimiento de la competición, varias instituciones relacionadas con la Premier ya habían alzado la voz para amenazar con demandas si el TBA se llevaba a cabo.
El sindicato de jugadores (PFA, por sus siglas en inglés) llevará la propuesta a los tribunales si la Premier no toma en consideración la opinión de los jugadores a la hora de limitar lo que potencialmente pueden ingresar. «Tenemos una tendencia en el fútbol de pensar que estamos por encima de la ley, pero el fútbol no lo está, y la realidad es que no puedes limitar la capacidad de alguien de ganarse la vida», dijo Maheta Molango, presidente de la PFA.
«La Premier sabe que habrá clubes que llevarán esta medida a los tribunales y en esa situación los únicos que ganan son los abogados. Hay formas de llegar a acuerdos en torno a las sostenibilidad financiera, pero esto no puede ser impuesto de forma unilateral. Esto necesita ser negociado con la gente correcta y hay ciertos mecanismos que tienen que ser respetados», añadió.
Además, tres de las agencias más importantes del Reino Unido, CAA Base, Stellar y Wasserman, se han dirigido al departamento legal de la Premier para dejar claro que no han sido consultados sobre estas propuestas.
Según lo expuesto por los abogados, la implementación de esta nueva regulación iría en contra de la ley de libre competencia en el Reino Unido y sería un «abuso de la posición de poder de la Premier», además de «limitar artificialmente la capacidad de gasto» de los clubes y de ser una «restricción ilegal del comercio». Su intención es acudir a los tribunales.
La conclusión general es que «la Premier League ha sido derrotada» después de una cuestión crucial para el futuro de la competición inglesa. Se han modificado las normas financieras, con la inclusión de un límite proporcional de gasto del 85 por ciento en relación a los ingresos de cada club, pero se ha rechazado el «anchoring» o tope de gasto total, que amenazaba la competitividad de la Liga inglesa.