Sancti Spíritus enciende su sol
SANCTI SPÍRITUS.— Con los pies bien puestos sobre la tierra, desde aquí se inyecta energía limpia al Sistema Electroenergético Nacional (SEN). Más que parques solares fotovoltaicos (PSF) han nacido verdaderos símbolos de presente y futuro de una nación que diversifica su matriz energética, contra todos los vientos, y reduce la dependencia de los combustibles fósiles.
Han sido esas obras la mayor inversión de Sancti Spíritus, en medio de un contexto de estrechez económica y muchas limitaciones.
«La ejecución de los PSF no solo incrementa la generación local, sino que también reduce la dependencia de combustibles fósiles, declaró Roberto Hernández Rojas, director general de la Empresa Eléctrica de Sancti Spíritus. La provincia puede tener una demanda en pleno pico de cien a 105 MW en el horario del mediodía y 120 MW por la noche. Nuestros parques solamente generan en una parte del día, principalmente diez horas. Por lo que la generación total del parque cubre aproximadamente de un 20 a un 25 por ciento del consumo del día de la provincia».
Junto a su colectivo y el apoyo de entidades llegadas de diferentes partes del país, vieron emerger este año en Sancti Spíritus el primero en tierras del municipio de Cabaiguán y, luego, en la localidad taguasquense de Tuinucú. Actualmente, se dan retoques al que toma vida en Jatibonico y que debe despedir 2025 ya sincronizado al SEN.
«Cabaiguán fue la gran escuela. Ya en el segundo se avanzó con mayor prontitud porque se dominaban las técnicas, las maneras de hacer y el colectivo labora confiado. En Jatibonico, ya todo ha resultado mucho mejor».
La ejecución de las obras, que obligó a hacer complejos movimientos de tierra, dinamizó la economía local al generar empleos directos e indirectos. Bien lo sabe Xiomara Guerra Pérez, quien puso a un lado su experiencia de ordeño y siembra de plantaciones para ser una verdadera maestra en la máquina de perforar huecos.
«Para trabajar no tengo miedo. Para donde me tiren yo me pongo. No me gusta estar sentada», confesó con las botas puestas y bien enfangadas durante los días en que el parque solar fotovoltaico de Tuinucú tomaba forma.
Igualmente, estos proyectos espirituanos estimularon la participación de Empresas Nacionales en el montaje y operación de las instalaciones.
«A todos se les incorporaron tecnologías de última generación en paneles y sistemas de control. De esa forma, se asegura mayor eficiencia en la captación solar y estabilidad en la entrega de energía», añadió Hernández Rojas.
Con energía para 2026
Cuando aún 2025 no se ha despedido del almanaque y los cansancios por las intensas labores no han cedido, y mucho menos el sector eléctrico ha tenido oportunidad de quitarse las botas, tras su regreso de apoyar a Santiago de Cuba en la devolución del servicio arrancado por Melissa, ya se anunció la construcción de al menos dos nuevos PSF para el venidero año.
«Responderemos así a la estrategia del país de diversificar fuentes renovables y responder a la necesidad de incrementar la generación limpia y sostenible en el territorio», apuntó el Director General de la Empresa Eléctrica de Sancti Spíritus.
Los municipios escogidos son Jatibonico y Trinidad. No se descarta tampoco la posibilidad de aumentar ese número. Pero, la fuente alertó que para construir más parques en la provincia se necesita hacer una inversión en el caso de incrementar las subestaciones existentes.
«Si tenemos la posibilidad de encontrar el financiamiento y construir otro no nos oponemos», dijo a la radio espirituana.
Darle vida a un PSF significa un verdadero reto en medio del complejo escenario económico que atraviesa el país. No solo se sostiene en significativos
montos económicos, sino que cada etapa demanda una coordinación precisa entre ingenieros, proyectistas y proveedores. Sin dudas se convierten en pruebas de eficiencia.
Para el joven directivo Roberto Hernández Rojas, quien no ha perdido ni pie ni pisada en cada ejecución, resultan decisivos en cumplir con esos anhelos la disciplina, entrega y compromiso de los cerca de 660 trabajadores vinculados con el montaje de cada una de las obras.
Si bien es cierto que los largos períodos de apagones no dan tregua a quienes residen prácticamente en toda la geografía espirituana, la inyección de energía limpia durante este año ha significado un pequeño respiro.
Lo hecho aquí en ese sentido aporta, sin duda, a un anhelo de país, el cual da pasos firmes hacia la transición energética, a semejanza de naciones del primer mundo.