El Teléfono contra el abuso y maltrato a las personas mayores impulsado por la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC) ha superado ya los 3.714 casos atendidos desde su puesta en marcha, confirmándose como uno de los principales recursos de referencia para la detección y orientación ante situaciones de vulneración de derechos en la vejez. Solo en lo que va de 2025, el servicio ha gestionado 653 casos , una cifra que continúa creciendo a medida que se reciben nuevas llamadas y se validan los registros. Lejos de interpretarse únicamente como un aumento de las situaciones de maltrato, desde la entidad subrayan que este repunte está estrechamente vinculado a una mayor conciencia social y a un mejor conocimiento del recurso. «Cuanto más se conoce el teléfono, más se utiliza», explican desde CONFEMAC, que destacan que el incremento de actividad refleja también una mayor disposición de personas mayores, familiares y entorno comunitario a pedir ayuda y a alertar ante posibles situaciones de abuso. El servicio, operativo 365 días del año en horario de 9.00 a 21.00 a través del numero gratuito 900656566, ha mantenido su continuidad incluso en etapas sin financiación específica. Los datos de 2025 confirman una tendencia moderadamente al alza respecto al año anterior, cuando se contabilizaron 600 casos. Andalucía continúa siendo la comunidad autónoma con mayor volumen de llamadas, concentrando el 31,3% de los casos, una cifra muy similar a la de 2024 . El crecimiento mas significativo se registra en la Comunidad de Madrid, que pasa del 18,5% al 22,3% del total, reforzando su peso dentro del conjunto del servicio. En cuanto a las tipologías de maltrato, el psicológico sigue siendo el más notificado, aunque desciende ligeramente hasta el 26,7%. Preocupa especialmente el aumento de los casos de negligencia , que pasan del 10,9 % al 15,5 %, mientras que el abandono reduce su peso relativo. El maltrato económico se mantiene en niveles elevados y estables, y el físico continúa una tendencia descendente. Respecto al perfil de quienes llaman, el patrón se mantiene: hijos e hijas encabezan las comunicaciones (31,1%), seguidos por las propias víctimas (22,5 %). Un dato relevante es el crecimiento del papel del entorno comunitario: los vecinos representan ya el 11,8 % de las llamadas, un indicador de mayor sensibilización social y de una ciudadanía más dispuesta a intervenir ante señales de alarma. El ámbito familiar sigue concentrando la mayoría de los casos (68,5 %), seguido del residencial. Más allá de las cifras, desde el equipo profesional del teléfono destacan un cambio cualitativo: cada vez más personas se atreven a hablar y a señalar situaciones que antes quedaban ocultas. Este avance se enmarca en la estrategia hacia el buen trato impulsada por CONFEMAC, que apuesta por la sensibilización social como eje central. No obstante, el servicio también pone de relieve retos importantes. Uno de los más complejos aparece cuando el maltrato se cruza con problemas de salud mental o deterioro cognitivo, situaciones que dificultan la intervención y evidencian la necesidad de respuestas más coordinadas y adaptadas. «Hay casos en los que el sistema no siempre ofrece soluciones ágiles ni suficientemente integradas», advierten.
