Más allá de su incondicional osadía ofensiva,
Hansi Flick es un técnico de corte clásico, poco dado a sorprender con eso que a veces se ha dado en llamar "ataques de entrenador", con cierta intención despectiva. Ocurre que a veces los giros de guion tácticos vienen dados por la necesidad y los últimos que ha adoptado el máximo responsable del banquillo del
FC Barcelona han sido una solución satisfactoria. Dos nombres propios afloran en ese sentido:
Eric Garcia y
Gerard Martín. Cada vez que Flick se ha referido a ellos en sus comparecencias públicas se le ha notado que son futbolistas que encarnan aquello que más aprecia en un jugador profesional: la implicación y el servicio abnegado al colectivo.
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