Música para recordar al Sáhara y a Palestina y "no contentarse con el espectáculo del mundo"
'Cantando a través de los muros' es una iniciativa de Club44 que reúne a 56 artistas internacionales en su última edición, que puede adquirirse por 20 euros en formato CD y usb
Palestina y el Sáhara Occidental unen su suerte en las causas históricas de sus respectivas opresiones, potencias ocupantes que no les permiten ser como pueblo y sacar a flote su identidad, ejercer su soberanía y vivir en paz. Así lo entendió la sociedad canaria hace décadas en expresiones solidarias de proyectos como Vacaciones en Paz, que daban otro punto de vista a niños palestinos y saharauis que atraviesan duras realidades. También con frecuentes manifestaciones expresadas en las calles que recuerdan, a veces con más o a veces con menos afluencia, que hay una herida abierta muy cerca de Fuerteventura, pero también en Oriente Medio. Y esas dos heridas tienen un responsable y un rostro parecidos.
Así lo ha entendido también el Catedrático en Derecho Internacional Público y director la Asociación Cultural Club44, Juan Soroeta, que desde que leyó su tesis doctoral en 2001 ha sido requerido como especialista en numerosas ocasiones en relación con el conflicto del Sahara Occidental. Singing Though the Walls (Cantando a través de los muros), es una iniciativa de esta asociación en un mundo donde el hormigón pretende separar a los seres humanos y propone Canciones para la libertad de Palestina y del Sáhara Occidental , un triple CD de 56 artistas internacionales que enlaza, desde esa suerte de puente que es la música, las luchas de ambos pueblos frente a la ocupación de sus territorios. De esta forma, Club44 ha encontrado en la música americana —folk, country, rock o blues— un lenguaje común de estas luchas emparentadas, Sáhara Occidental y, ahora también, de Palestina.
El colectivo lleva más de una década levantando una trinchera cultural desde San Sebastián, donde organiza conciertos y edita recopilatorios dedicados al pueblo saharaui. “He participado muchas veces como observador internacional en juicios contra activistas de derechos humanos saharauis en el Sáhara occidental y en Marruecos”, cuenta Juan Soroeta a este periódico. “Una vez volvía de uno de esos juicios y tenía a uno de los músicos americanos en mi casa. Se interesó por la opresión que sufren los saharauis, de la que no sabía nada, y fue cuando se me ocurrió pedirle una canción sobre el tema”.
Fue la primera canción de un proyecto de cuatro volúmenes, los tres primeros dedicados a la lucha del pueblo saharaui. A través de 56 canciones, muchas aportadas por nombres de peso como Alejandro Escovedo, Johnny Irion junto a Jeff Bridges, Mary Gauthier, Hans Theessink, Guy Davis, Eliza Gilkyson o Gretchen Peters, el proyecto crea un mosaico que une geografías y dolores. Hay baladas de refugiados que cruzan desiertos, retratos íntimos de pérdidas domésticas, denuncias explícitas y metáforas sobre hogares destruidos. Gaza y Smara, Jenin y Tinduf, se reflejan mutuamente. En su elaboración se une una coyuntura especialmente delicada, la que marca la administración de Donald Trump.
Con la edición en CD y en USB, el nuevo capítulo llega acompañado de una lectura conjunta: Palestina y Sáhara comparten espacio, relatos y contexto. No solo en la historia, también en la geografía de los muros físicos construidos por Israel y Marruecos, este último, el más grande militarmente, con más de 2.700 kilómetros.
El libreto que acompaña a este volumen detalla cómo ambas realidades comparten una misma arquitectura de violencia: muros militares levantados por Israel y Marruecos, demoliciones de viviendas, expulsiones, torturas y explotación de recursos naturales en territorios que siguen esperando el cumplimiento del derecho de autodeterminación. El texto recuerda que Israel niega la constitución de un Estado palestino mientras Marruecos bloquea el referéndum acordado con el Frente Polisario, insistiendo en que no habrá paz sin una reparación efectiva de esos derechos.
Desde esta redacción, preguntamos a Soroeta si le parece importante que la cultura sea cronista de los tiempos que vive. “En el volumen III hay una canción de Mariem Hassan, la gran cantante saharaui, que murió con cáncer hace once años, y es una canción en la que le replica a Felipe González el discurso que dio en Tinduf en 1976 cuando se presentó allí diciendo: prometo ante la historia que el Partido Socialista estará con vosotros hasta la victoria final porque el derecho está a vuestro lado, porque tenéis la razón, y se los acompañará hasta la victoria final. Cada párrafo del discurso de Felipe González en castellano, lo replica ella en hassanía, cantando”.
“Creo que estamos acostumbrados a las manifestaciones en la calle con pancartas y esta es una forma de manifestar nuestro apoyo a estos dos pueblos a través de la música, a través de la cultura, que la gente cuando oiga una canción se pregunte por qué”. Soroeta recuerda a su amigo José Saramago y una reflexión que pronunció el Premio Nobel es un acto que ambos compartieron: “¿Es sabio el que se contenta con el espectáculo del mundo?”, explica Soroeta.
El catedrático explica a este medio que el último volumen, y los tres anteriores, se pueden obtener por 20 euros en formato CD y usb a través del correo info@club44.org y que los beneficios irán destinados a sufragar los gastos de este proyecto sin ánimo de lucro que pretende despertar conciencias, derribar fronteras y ser memoria de la dignidad de dos pueblos.