El reciente fallo del Tribunal Constitucional sobre la inhabilitación que pesa sobre Oriol Junqueras , que había solicitado la suspensión cautelar de la condena impuesta por el Supremo, complica el regreso a España de Carles Puigdemont. Junqueras seguirá apartado de las instituciones hasta 2031, sin que la amnistía negociada con el Gobierno le haya servido para volver a la política orgánica, y el prófugo tendrá que prolongar 'sine die' su estancia en Waterloo. Así se desprende de los argumentos utilizados por el TC para rechazar hace dos semanas la petición del líder de ERC, los mismos que en enero y por simple lógica jurídica van a ser esgrimidos para mantener activa la orden de detención dictada contra Carles Puigdemont . Aquel «muevan el culo» con que Junts quiso presionar al Gobierno antes de perder la paciencia y hacer oficial su ruptura no termina de encajar en un marco legal que, le guste o no al Ejecutivo de la amnistía, no admite más atajos.
