Grandes nombres para un Festival de Peralada en pequeño formato
El Festival de Música de Peralada afronta este 2023 una edición especial, en formato reducido , a causa de las obras de renovación del auditorio que se están llevando a cabo. Esto explica que en la programación de este verano no haya ni ópera escenificada ni danza. Pero, eso sí, se mantienen los grandes nombres y los proyectos de calidad. No en vano dice el refrán que el buen perfume se vende en frasco pequeño. Este año los conciertos empezarán con el tenor Freddie De Tommaso , joven que ha entrado pisando fuerte en escenarios de todo el mundo, el día 28 de julio, y terminarán con la actuación conjunta de la soprano Serena Sáenz y el tenor Xabier Anduaga , con una velada dedicada al belcanto. Otro duo espectacular será el de Diana Damrau y Nicolas Testé , que abordaran un repertorio que va de la ópera y la opereta a los musicales y las canciones. «Es una programación intensa y concentrada para el verano 2023, con perfil de sala de ensayo», según el director del Festival, Oriol Aguilà , ya que los conciertos se llevarán a cabo en espacios reducidos del Castillo de Peralada, com la Iglesia del Carmen y el mirador del Castillo, propiciando así una inusual cercanía entre los artistas y el público. Además de las estrellas ya mencionadas, en el certamen estará presente el violagambista Jordi Savall con un programa en torno a la música de los reyes franceses Luis XIII, XIV y XV. La soprano Núria Rial conmemorará el centenario del nacimiento de Victoria de los Ángeles con un recital de obras de Mompou, Montsalvatge, Ravel y Brahms. Como novedad, pisará por primera vez Peralada el joven tenor chileno Jonathan Teleman , que interpretará tanto arias de ópera como canciones de Gardel. El compositor Héctor Parra y la pianista Imma Santacreu establecerán un diálogo creativo alrededor de un piano. El fresco de la programación lo completan un solo de danza a cargo de Israel Galván y el montaje ' The Telephone, or l'Amour à trois ', una ópera cómica de un solo acto escrita por Gian Carlo Menotti en 1947 y que reflexiona sobre la interferencia que tiene en la vida de una pareja la adicción de ella a hablar por teléfono, un tema que Menotti no podía imaginar que sería tan habitual en pleno siglo XXI a causa de los dispositivos móviles.