El niño de Badalona se nos va, como se nos va una carpeta decorada y sobada de la gran Marta Sánchez de la mocedad, como se nos fue un padre, como las cosas que no importan pero están ahí, en un tiempo y un país. Jorge Javier Vázquez , renacentista de baratillo, quiso trascender entre el espanto. Del 'Pronto' a la 'Revista de Occidente' sería su divisa. Ahora en la hora de su enésima muerte civil, no hay que hacerle un obituario cargando las tintas, que los muertos civiles es lo que tienen: resucitan y se reciclan como etarras en la lista de Bildu. A J.J. toca recordarlo como lo que fue, ya digo, niño de Badalona resabiado, tumbador del...
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