No tengo claro a qué auditorio se dirigía Grégor Puppinck, jurista batallador incansable en pro de los principios cristianos en el entorno de Estrasburgo; en su crítica a Macron, el aborto en la Constitución sería «la afirmación pública de la masonería como Iglesia de la República». Afirmación tal no tendría mucho éxito ante un público español, que no ha olvidado lo de la «conspiración judeomasónicabolchevique», capaz de trivializar todo lo que se critique sacando a pasear a la masonería. No parece que el empeño macroniano de erigirse en líder de un presunto progresismo europeo, cuando en Estados Unidos, en un modesto arranque civilizador, se da marcha atrás a la sentencia Roe (aborto como derecho constitucional), tenga mucho que ver con...
Ver Más