Pocas veces, por no decir ninguna, se ha dado a partir de octavos de final de algún gran torneo un cuadro de enfrentamientos tan desequilibrado por un lado y otro . A España le toca a priori el camino más difícil hacia Berlín , aunque como dice el tópico para ser campeón hay que ser capaz de ganar a cualquiera . Si supera a la novata, pero eufórica Georgia, la gran revelación del torneo con ese triunfo histórico ante Portugal , La Roja se mediría al vencedor del cruce entre Alemania y Dinamarca , salvo sorpresa el país anfitrión. El otro semifinalista de ese lado saldrá de los enfrentamientos Portugal-Eslovenia y Francia-Bélgica. Recorrido trampa para los galos antes de afrontar...
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