Luis González: La evolución de la tecnología y de las políticas energéticas
Estimado lector, el mercado energético mundial se encuentra en una gran transformación, al igual que cuando se vivió la revolución industrial que nos ocasiono una evolución de los procesos hoy nos encontramos en todo el mundo en una etapa de revolución de las energías.
Los procesos para la generación eléctrica impulsados por nuevas tecnologías cada día más eficientes son utilizados en empresas públicas así como privadas y cada vez es más común encontrar asociaciones que ofertan servicios y productos con enfoques rumbo a la eficiencia, basados en procesos que contaminan en menor medida nuestro único planeta.
En nuestro país durante el año 2019 tuvimos desabastos de gasolinas y diésel por el combate al huachicol, que ocasionó ajustes importantes por un breve tiempo en nuestra vida cotidiana. Ese ajuste que vivimos en muchos estados del país sería poco comparado con unos días sin energía eléctrica, si pensamos un poco como sería nuestra forma de trabajar con la gran digitalización que vivimos en Nuevo León. Definitivamente se detendrían todas nuestras actividades y nuestra semana sería un caos. Las compañías generadoras de electricidad así como las que lo transportan y distribuyen, juegan un papel fundamental en nuestras actividades cotidianas y conforme evolucione la tecnología que utilizamos diariamente dependeremos aún más de la energía eléctrica.
Los vehículos en todo el mundo tienen una apuesta enfocada a la trasformación, la cual es muy posible que sea en cuestión de una década en que veamos cómo se diversifican los mercados entre los automóviles de gasolinas, diésel, eléctricos, hidrógeno, gas natural y nuevas tecnologías en desarrollo. Imagine usted la rapidez con que evolucionaría el mercado vehicular eléctrico con una batería muy barata que sea compuesta por partes simples de uso común y que tenga una muy larga vida útil o bien automóviles de gasolinas cero emisiones que reutilicen el dióxido de carbono como energía. Estas son solo algunas tendencias tecnológicas que están en desarrollo que paulatinamente veremos su implementación, las cuales según las necesidades puntuales de cada país, tendrán mayor o menor impacto en toda esta industria.
La reforma energética, permitió que privados participaran en toda la cadena de valor, entre empresas privadas y públicas, así aprovechar al máximo el sol, el petróleo y el viento. En algunos sectores la reforma ha sido muy exitosa, trabajando sobre una plataforma de piso parejo, pero esto disminuyó el crecimiento de las paraestatales. Hoy la política de fortalecimiento de Pemex y CFE, ha generado un cambio significativo en todos los proyectos energéticos nacionales.
Debido a la falta de reinversión durante los sexenios pasados en las refinerías de Pemex, somos dependientes de la producción de las refinerías de los Estados Unidos, el Covid ha impactado a las refinerías de la región de California, las cuales se encuentran en la cuerda floja, analizando suspender de forma temporal sus actividades. Lo cual podría impactar con un ligero incremento de precios incluyendo al mercado mexicano. Los ajustes en precios impulsan la entrada de nuevas tecnologías más eficientes y cambios en las políticas públicas, para poder soportar variaciones radicales como las ocasionadas por la pandemia.
Paulatinamente veremos si el proyecto de la actual administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de reactivación de la refinación logra cambiar la constante de importación de refinados que ha ido aumentando a realizar este proceso en casa, lo cual tendrá distintas variables para determinar su precio, siendo diferente a la fórmula utilizada con los refinados importados.
Independientemente de quien sea el proveedor de las energías, público o privado, ya sean importadas o generadas en el propio país, la transformación de la matriz energética es una constante que vemos en el mundo, los países que actualizan sus procesos energéticos, son los países que más competitividad industrial cuentan y más riqueza generan en la población. La energía es parte fundamental de nuestro diario vivir, entre más económicos, ecológicos y eficientes sean los servicios energéticos para todos nuestros procesos, impulsarán el detonante de inversiones industriales nacionales e internacionales que como resultado brindan un crecimiento del nivel socioeconómico de nuestra sociedad.
Estimado lector, ¿cómo visualiza usted el futuro energético en los próximos 30 años de nuestro país y del mundo?
Gracias, hasta la próxima!
El autor es CEO de Petroland, ex Director General de Franquicias Pemex y constructor de Estaciones de Servicio. También es Comercializador Autorizado de la CRE; Especialista en GNL / GNC, miembro del PEI/NACS y Consultor en Eficiencia Energética.
Opine usted: lgonzalez@petrolandmx.com
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