Ansiedad o depresión en el embarazo pueden adelantar el parto y afectar al bebé: estudio
Las mujeres embarazadas con depresión y ansiedad tienen una mayor posibilidad de que el parto se les adelante o de que sus bebés tengan algún problema, según un estudio realizado por la Unidad de Investigación en Reproducción Humana de la Facultad de Química de la UNAM y en el Instituto Nacional de Perinatología (INPer).
En él, hallaron que estas enfermedades causan en el cuerpo de las gestantes modificaciones en las citocinas, proteínas que participan en la respuesta del sistema inmunológico; el aumento de las moléculas quimiocinas (mediadoras en este sistema) y de cortisol, generada como respuesta ante el estrés, además de que disminuye la dehidroepiandrosterona, que tiene efectos benéficos para el cuerpo.
“Hemos visto que se incrementan las citocinas llamadas proinflamatorias. Una mayor inflamación puede producir una respuesta inmunológica inadecuada que, incluso, puede generar un parto pretérmino”, declaró Ignacio Camacho Arroyo, integrante de la Unidad de Investigación, en un boletín publicado por la UNAM este lunes.
El nacimiento prematuro puede causar bajo peso del bebé al nacer e inmadurez en sus órganos lo que, en algunos casos, provoca afectaciones en el neurodesarrollo.
"La presencia excesiva de cortisol puede producir cambios en la conducta del feto. Por otro lado, hay estudios que sugieren una asociación entre el uso de antidepresivos con el autismo, mientras que la ansiedad podría tener relación con trastornos como el de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)", destacó la institución.
¿Qué puede detonar la depresión y ansiedad en el embarazo?
Camacho Arroyo comentó que esto es multifactorial. "Como prácticamente todas las enfermedades en ambas se pueden encontrar factores genéticos, aspectos relacionados con el desarrollo, y muchos elementos medioambientales, sobre todo el estrés, que es un detonante para ambos padecimientos”.
El investigador hizo énfasis en la pandemia, que puede ser un 'partícipe' en ello, derivado del deceso de un ser querido, la pérdida del empleo o un familiar enfermo de COVID-19.
Agregó que otra razón por la que ocurre son los cambios hormonales registrados en el embarazo.
“Ocurre así porque además de los cambios hormonales que se registran en ese periodo, el estrés es mayor, sobre todo si la madre es soltera, se trata de un embarazo no deseado, si hay disfunción familiar, problemas económicos, etcétera”, dijo.
Esto se incrementa si es un embarazo de alto riesgo o durante el posparto.
¿Qué hago si estoy embarazada y me siento así?
Acude con tu ginecólogo y un psicólogo o psiquiatra, con el fin de ver alternativas de tratamiento.
"En primera instancia pueden ser ejercicios o terapias, y de ser necesario, fármacos que mejoren la neurotransmisión, mediada por mensajeros químicos particulares como la serotonina y la noradrenalina, en el caso de la depresión, y de serotonina y GABA, en la ansiedad", expuso la UNAM.
La depresión consiste en un estado de ánimo donde prevalece la pérdida de interés, ausencia de placer en las actividades que se desarrollan, cambios en los hábitos alimenticios y el patrón de sueño, falta de energía, fatiga, problemas en concentración y cognitivos, así como desesperanza.
Es la segunda causa de discapacidad en la etapa adulta que, de no ser tratada, puede llevar a la persona a cometer suicidio.
"Se calcula que en el mundo 800 mil personas se quitan la vida cada año por esa causa", precisó la universidad.
A continuación te dejamos algunos sitios donde puedes solicitar ayuda psicológica:
*Locatel: 56 58 11 11
*Call Center de la UNAM para terapias breves: 50 25 08 55
*Centro Integral de Psicología
*Atención Psicológica CISAME CDMX: 53 77 27 00. Debes marcar la Opción 2. En este caso, el horario es de lunes a viernes, de 8 a 14:00 horas.
Recuerda: ¡no estás sola!
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