«Por desgracia, la ola de rusofobia también afectó a la Argentina. No se pudieron evitar algunos incidentes», afirmó el diplomático en una opinión publicada en el diario Perfil.
El embajador se refirió a la vandalización de la Catedral Ortodoxa de la Anunciación en Buenos Aires en marzo en la que desconocidos pintaron insultos en la fachada y luego la suspensión del festival tradicional de la cultura eslava ‘Madre Rusia’.
«Este año se nos dio a entender que ahora su celebración es «inapropiada», contó el diplomático.
Añadió que las autoridades municipales no permitieron a ciudadanos rusos brindar un concierto tradicional dedicado al Día de Rusia en el ayuntamiento, y que «de repente» surgieron dificultades con las actividades del Centro Ruso de la Universidad de Buenos Aires.