Oquendo y Amargo: ¡benditas jugadoras para un título!
En el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda, ubicado en la capital salvadoreña, el duelo por el título del Torneo de Clausura de la Liga Mayor de baloncesto femenino se adaptó fielmente al guion escrito por los especialistas y la mayoría de los aficionados. El club Santa Tecla evitó las complicaciones de un tercer encuentro y con sendos triunfos conquistó el primer lugar del principal evento liguero de esa nación centroamericana, tras vencer al sorprendente conjunto de FAS.
El choque que les abrió las puertas del trono culminó con estrecho marcador de 76-73 y la gran bujía de las triunfadoras resultó la alero camagüeyana Leidys Oquendo, quien jugó todo el encuentro y apuntó en sus estadísticas 30 puntos, 19 rebotes y tres asistencias. En tanto, la escolta espirituana Yamara Amargo no tuvo mucho juego y en casi 21 minutos anotó ocho cartones y consiguió seis rebotes.
Esos números, sumados a los del primer desafío, que terminó 100-81, dejaron a Oquendo como la máxima anotadora de la final, merced a 60 unidades, además de 35 rebotes y 15 asistencias, mientras que Amargo registró 42 puntos, 14 rebotes y cuatro triples. En la instancia decisiva también culminó con 60 tantos, junto a 33 rebotes, la pívot zurda habanera Yaima Boulet —militante de la escuadra subtitular—, quien a sus 35 años demostró que todavía le queda nivel para desempeñarse en este tipo de ligas.
El conjunto campeón evidenció que fue el mejor durante toda la justa, pues en la fase clasificatoria triunfó en sus 12 encuentros y el primer y único fracaso sucedió en el juego inicial de la semifinal contra San Salvador. Muchas palmas se merece el natural de Diez de Octubre Rainel Panfet, director de los equipos femenino y masculino de Santa Tecla, ambos monarcas de sus respectivos circuitos.
«La actuación de las dos cubanas fue sobresaliente, pero Leydis Oquendo fue enorme en un torneo donde terminó líder en asistencias, tercera en puntos y segunda en rebotes. Además, resultó la Jugadora Más Valiosa de la final. Nuestro equipo demostró superioridad durante todo el torneo, siempre tuvimos mucha confianza y solo perdimos un juego de la semifinal», declaró el estratega habanero, campeón en 2015 con Capitalinos en la Liga Superior cubana.
Sobre su esposa Arlenis Romero, integrante de la selección nacional de básquet y miembro en las últimas temporadas del plantel salvadoreño, explicó que está alejada de la duela, al tener seis meses de embarazo. Está recibiendo una excelente atención en El Salvador y cuando dé a luz espera reincorporarse paulatinamente al club.
«Ha sido un año duro, de arduo esfuerzo y millones de obstáculos. La perseverancia y la dedicación diaria han sido responsables de los resultados. El baloncesto no hace tributos a la magia, solo retribuye los esfuerzos colectivos como deporte de equipo que es. Termina el 2018 laboralmente y agradezco a Santa Tecla Basketball Club por la confianza», concluyó.