Ferreri destacó que entre 2020 y 2022 Uruguay recibirá inversiones por US$ 5.000 millones

Este viernes 20 de septiembre, Ferreri se refirió a la compleja situación económica que atraviesa Argentina y su eventual repercusión en Uruguay.

En tal sentido manifestó que en Uruguay el dólar tiene un régimen de libre flotación, por lo cual acompaña las tendencias globales de la evolución de la moneda norteamericana.

“Creemos que la línea correcta es la libre flotación del dólar, con intervenciones puntuales del Banco Central del Uruguay, para moderar las volatilidades y las fluctuaciones bruscas”, dijo.

Remarcó que Uruguay ha logrado “desacoplarse de la región”, e incluso el modesto crecimiento de 0,3% del PBI en el segundo trimestre del año, “debe ser visto a la luz de lo que es el comportamiento de la región donde ha existido una clara caída del PBI tanto en Argentina, Brasil y Paraguay. Por tanto, el hecho de que Uruguay haya crecido levemente es una muestra de desacople de la región”.

Asimismo, Ferreri aseguró que entre los 2020 y 2022 la economía uruguaya se dinamizará debido a la inversión más grande de la historia, como lo será la construcción de UPM II, lo que significará un inversión de 3.000 millones de dólares. A ello hay que sumar los proyectos de participación públicos-privados (en materia ferroviaria, vial y educativa), por otros 2.000 millones de dólares”.

“Es decir, 5.000 millones de dólares significan una cifra muy importante que generarán, además, miles de puestos de trabajo y dinamizarán la economía”, remarcó el subsecretario.

Resaltó también los acuerdos con la Unión Europea y el NAFTA, que colaborarán con el “crecimiento de la economía nacional, más allá de los avatares de la región”.

Ferreri remarcó que “Uruguay tiene una plaza financiera muy sólida y las cuentas públicas tienen una espalda muy importante”.

Turismo

En otro orden, recordó que con respecto a la actividad turística, el gobierno decidió tomar la medida más importante de todas, que es continuar con la exoneración del IVA en varios servicios a los turistas residentes en el extranjero. “Ello tiene un costo fiscal de algo más de 30 millones de dólares por año”.

“La situación de Argentina llevará a un desafío importante para la próxima temporada turística y hemos tenido reuniones con el sector privado y el Ministerio de Turismo para realizar un monitoreo constante”, dijo.