Protestas en Bolivia tas la muerte de un manifestante opositor
En las ciudades bolivianas de La Paz (capital del país) y su vecina El Alto se dieron este miércoles violentos encuentros entre grupos manifestantes opositores al gobierno de Evo Morales y defensores de este, en una nueva jornada de protestas de la crisis que asedia al país desde las últimas elecciones nacionales que le dieron una […]
En las ciudades bolivianas de La Paz (capital del país) y su vecina El Alto se dieron este miércoles violentos encuentros entre grupos manifestantes opositores al gobierno de Evo Morales y defensores de este, en una nueva jornada de protestas de la crisis que asedia al país desde las últimas elecciones nacionales que le dieron una nueva victoria el mandatario.
La jornada del miércoles recrudeció debido a la muerte de Limbert Guzmán, un joven manifestante opositor de 20 años que se manifestaba contra la controvertida reeleción de los comicios del 20 de octubre.
En la jornada del miércoles al menos 10 personas resultaron heridos, de acuerdo a medios locales.
Violencia y división
Los disturbios fueron los más violentos desde que dos hombres fallecieron la semana pasada en choques entre defensores y detractores del gobierno.
Guzmán había ingresado con muerte cerebral en un hospital de Cochabamba, en el centro del país, pero según el parte médico emitido, “los esfuerzos fueron en vano”. Él era uno de los 34 heridos en esa jornada en Cochabamba, según dijo el comandante general de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, la mayoría de los cuales resultaron lastimados con objetos contundentes como piedra y palos.
El presidente le echó la culpa a los opositores de la muerte del muchacho: “Expreso mi profundo pesar por el fallecimiento del joven Limbert Guzmán, víctima inocente de la violencia promovida por grupos políticos que alientan el odio racial entre hermanos bolivianos. Reitero mi llamado a la paz social para devolverle la tranquilidad a nuestro pueblo”, escribió el mandatario en Twitter.
La controversia de los comicios
La oposición, liderada por el político Carlos Mesa, denuncia irregularidades en el conteo de votos de las elecciones del 20 de octubre. También la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció que el conteo transparente de votos preliminares fue detenido en el 83% “sin ninguna justificación”, falla o problema de cómputo. En ese punto del conteo, el contrincante Mesa iba ganando, y al anunciarse los números definitivos ganó Morales.
Entre el momento en que se detuvo el conteo manual y el momento del anuncio del ganador hubo todo un proceso secreto que, según la oposición, fue realizado de forma fraudulenta con el fin de darle la reeleción al mandatario.
La OEA urgió a Bolivia a devolver la transparencia al proceso electoral y la semana final de octubre abrió un proceso de auditoría.
El mismo órgano electoral de Bolivia levantó sospechas al publicar que se contabilizaron 13 millones de votos, cuando el país tiene en total 11 millones distribuidos en nueve departamentos.