Desde que llegó al
Real Madrid casi siempre se le ha visto con cara de póquer, pero que no muestre sus emociones no quiere decir que
Arda Güler no esté descontento. Desde luego que tiene motivos como para, cuanto menos, quejarse de los pocos minutos de los que disfruta. El prometedor futbolista turco sumó este sábado un nuevo partido sin participar. Apenas tres días después de que las cámaras mostrasen su impaciencia levantándose del banquillo con ganas de saltar al terreno de juego ante el
Manchester City, frente al
Mallorca volvió a ver todo el encuentro desde fuera.
Ancelotti, que apostó por un once en el que se mezclaron titulares y suplentes no se acordó de él ni en el tramo final, cuando prefirió dar entrada a
Vinicius y
Camavinga aún a riesgo de que una inoportuna lesión dejase a uno de estos sin poder jugar el partido de Mánchester del próximo miércoles.
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