Decidido a escalar el conflicto con los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, el Gobierno recurre a una receta que ya demostró su fracaso en el menemismo: la privatización de la empresa, que terminó en vaciamiento y reestatización obligada. Macri se sumó proponiendo “liquidar o desarmar” la compañía. Por su parte, todos los gremios del transporte se comprometieron a defenderla.
