Lectoure estaba tan contento que el día que de casualidad coincidimos en un restorán con Eddie Kane, manager del campeón mundial Sammy Mandell, directamente le propuso una pelea por el título en Buenos Aires con mi hermano Justo Antonio. Y le aseguró 78 mil dólares. Kane abrió los ojos y en el cenicero volcó la ceniza de su habano; dijo: