A tres semanas de las elecciones bonaerenses, el Gobierno aprieta al máximo el torniquete monetario para que no se le escape el dólar. Caputo y Bausili toman medidas de urgencia, en un escenario de creciente incertidumbre. Le echan la culpa a la oposición, pero no convencen al mercado y la economía real se deshidrata.