La entrada de Vox en las comisiones augura un nuevo choque en el Congreso
Las comisiones parlamentarias encargadas de desarrollar en gran medida la función legislativa y el papel de control al Gobierno no están constituidas, y todo apunta a que pasarán varias semanas más sin estar formadas como consecuencia de la falta de apoyos a la investidura de Pedro Sánchez.
No obstante, los principales grupos han efectuado una serie de contactos al respecto.
Por un lado, ha habido conversaciones acerca de cuál debería ser el momento adecuado para constituir las comisiones si se sigue alargando la vida del Gobierno en funciones actual. PP y Cs no quieren esperar, pero el PSOE y Unidas Podemos prefieren que no haya prisas.
Por otro, se ha hablado superficialmente del número de integrantes de las comisiones. Fuentes de los tres principales grupos parlamentarios reconocen que fijar esta composición en 37 diputados, como en la legislatura anterior, es la opción más razonable, pero la decisión no está tomada porque no se ha producido ningún acuerdo.
Un aspecto que sí se ha tratado, tal y como han confirmado las fuentes consultadas, es la presencia de los diputados de Vox en las mesas de las comisiones, es decir, en los órganos que se encargan de gestionarlas.
La dirección del PSOE ha advertido a las del PP y Cs de que no aceptará ninguna propuesta que incluya a representantes de la formación de Santiago Abascal, tal y como informó en su momento "eldiario.es" y han corroborado a Efe fuentes socialistas.
Tanto los populares como Ciudadanos han respondido que la pretensión de veto no les parece bien; de "sectarismo" la han tildado en la formación naranja, y así se lo han comunicado a la dirección del grupo socialista.
La oposición de PP y de Cs no obedece a que tengan simpatía o antipatía por Vox, sino a la propia composición de la Cámara. Es el quinto grupo con sus 24 escaños y resultaría extraño, argumentan, dar prioridad a ERC, que tiene 15 (14 sin Oriol Junqueras) o al PNV, que suma seis, sobre todo si el reparto a cerrar es el de las presidencias de las comisiones.
El proceso no es sencillo: se trata de fijar un cociente que permita que en las comisiones y en las mesas de las comisiones se llegue a una representación a escala lo más fidedigna posible a la de la Cámara.
Sin embargo, el PSOE ha dejado un mensaje claro y no piensa ceder, hasta el punto de que si PP y Cs abogan por contar con Vox, aunque sea en alguna secretaría de mesa, llevarán el disenso a la Mesa que preside Meritxell Batet para que decida mediante votación. Socialistas y Unidas Podemos son mayoría aquí.
El PP, según la versión de sus fuentes, recuerda que si en la legislatura pasada el pacto fue agrupar las mesas de las comisiones mayoritariamente entre los cuatro grupos más potentes, PP, PSOE, Unidas Podemos y Cs, ahora debe ocurrir los mismo.
Ello no excluye que otros grupos, como el PNV, que suele recalar en la presidencia de alguna comisión mixta, dirija algunos de estos órganos parlamentarios, pero siempre y cuando haya un clima de consenso.
Estos pactos sobre las presidencias de las comisiones son de índole política y pueden arrastrar complicaciones, de momento la presencia de Vox. Si no se resuelven, la Mesa dictaminará.
El portavoz de este partido, Iván Espinosa de los Monteros, en una rueda de prensa esta semana, criticó a PSOE y a Unidas Podemos por querer dejarles fuera, en lo que describió como un "cinturón sanitario" contra ellos.
Vox, de hecho, protestó hace días por la composición de la delegación española ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Ninguno de sus diputados participó en ella.
Fuentes parlamentarias han explicado a Efe que no fue una exclusión deliberada, sino provisional, como prueba que a ella se incorporaran miembros de las Mesas del Congreso y del Senado, Adolfo Suárez Illana y Rafael Hernando, respectivamente, lo que no es frecuente.
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