Recta final para el referéndum constitucional que divide a Turquía y que marcará su futuro
El proyecto de reforma que ha elaborado el gobernante AKP, el partido de la Justicia y el Desarrollo que lidera Recep Tayyip Erdoğan, elimina el puesto de primer ministro, rebaja de 25 a 18 la edad mínima para presentarse al Parlamento, e incrementa el número de parlamentarios de 550 a 600, entre otros puntos.
Para superar el trámite parlamentario, la reforma necesitó el respaldo de tres quintos de la Cámara por lo que los 317 diputados del AKP tuvieron que contar con los 40 votos del islamonacionalista MHP, una formación de extrema derecha que llegó a un acuerdo con el partido del presidente en base a tres puntos. El primero, y más importante, es que Erdogan no podrá hacer uso de sus nuevos poderes ejecutivos hasta 2019. Además, sus decretos deberán ser transformados en leyes por el Parlamento. Por último, el partido gobernante ha accedido a reducir el quórum para procesar al presidente ante el Consejo Supremo.
La importancia del voto ha llevado a los dos bandos a olvidarse de la cortesía política, y éstos han multiplicado los ataques personales y los golpes bajos. Esa guerra ha conferido a las palabras "Sí" y "No" ("Evet" y "Hayir" respectivamente en turco) un alcance simbólico. Cuentan algunos medios que el clima de campaña ha llevado las cosas hasta el absurdo. El paquete de canales de televisión por satélite Digitürk retiró sin dar explicaciones la película No del director chileno Pablo Larraín de su oferta. Ese film, protagonizado por el mexicano Gael García Bernal, cuenta la derrota del dictador Augusto Pinochet durante un referéndum sobre la extensión de su mandato en 1988, a pesar de que la campaña por el No apenas contaba con recursos.
Erdogan no ha tenido reparos en acusar a sus oponentes de favorecer el terrorismo y el golpismo y, además, ha encontrado en los ataques a Europa un motivo más para movilizar a sus seguidores. A ello ha contribuido que el Gobierno neerlandés de revocara el mes pasado el permiso para el aterrizaje del avión del ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu. Posteriormente, impidió a la ministra de Familia y Bienestar Social turca, Fatma Betül Sayan Kaya, acceder al consulado de Róterdam, adonde había llegado por carretera desde Alemania.
Este domingo, en un acto de campaña en Ankara, el presidente turco ha resaltado que reconsiderará su intento de adhesión a la Unión Europea (UE) tras el referéndum. "Nuestro pueblo también lo pedirá. Se acerca el momento. Les haremos pagar el precio tras el 16 de abril", ha señalado, según informa el diario turco 'Hurriyet'.
Asimismo, ha resaltado que los países europeos "se volvieron locos" y "enfurecieron" por la propuesta de enmienda constitucional. "Habéis visto lo que pasó en Europa. ¿Por qué se volvieron locos? ¿Por qué se enfurecieron?", se ha preguntado, asegurando que es "porque vieron que este sistema beneficiará a Turquía".
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