Alcaraz sobrevive a un tiroteo ante Fritz
Alcaraz está a una victoria de conservar el número uno del mundo a final de curso después de una victoria trabajadísima ante Taylor Fritz. Carlitos se impuso por 6-7 (2/7), 7-5 y 6-3 en dos horas y 49 minutos al estadounidense y ahora debe esperar a la resolución del Musetti-De Miñaur para confirmar su clasificación para semifinales de las Nitto ATP Finals. Si gana el australiano estará en semifinales. El siguiente capítulo para el murciano en Turín será el jueves ante el italiano Lorenzo Musetti.
Lo avisó el propio Alcaraz después de liquidar a De Miñaur en la primera jornada: "Aquí o juegas bien o te comen". Y Carlitos no estuvo bien en el momento crítico del primer set. Llegó tambaleándose al "tie-break" y ahí cometió demasiados errores. Cuando todavía no había nada perdido se le cruzó el cable durante unos segundos: "A la mierda, a la mierda". Fue lo que soltó inculpándose por un error con el revés que tan bien le funcionó el primer día y con el que había cumplido hasta entonces. El problema es que no fue el único fallo. Cometió otro y dejó a Fritz la puerta abierta para cerrar el primer parcial con su servicio. El estadounidense apeló a su mejor argumento y no perdonó con un par de saques directos.
El partido fue muy exigente desde el principio. Fritz necesitó diez minutos, 18 puntos y salvar dos bolas de "break" para llevarse el primer juego. El maratón se prolongó en el segundo. Otros nueve minutos más y tres bolas de ruptura anuladas por el murciano para que el escenario no se complicara más de lo debido. El partido tardó en asentarse, pero cuando lo hizo se vio que el estadounidense tenía las ideas clarísimas: sin tregua con el segundo saque de Carlitos y a pegarlo todo a la mínima oportunidad. La primera rotura la sumó el español, pero la respuesta de Fritz fue inmediata. Así que el partido marchó equilibrado sin que Alcaraz pudiera ser capaz de dar sensación de dominio. Eso alimentó la confianza del yanqui hasta el desempate donde apenas cometió errores.
El set había sido muy duro y uno de los objetivos de Alcaraz era tratar de prolongar el partido lo más posible para dañar el físico de Fritz porque el desgaste había sido importante. "Hay que aguantar el tirón", decían desde el palco de Carlitos. Porque al estadounidense el servicio le funcionaba como en sus mejores momentos y así es muy complicado agrietar el juego del californiano. El murciano se agarró a la pista casi con desesperación. Necesitó un cuarto de hora, con dos bolas de "break" salvadas", para apuntarse el quinto juego. Y lo de Fritz con el saque era un tiroteo. "Pim, pam, pum", saque resuelto en apenas un minuto. La clave era hasta dónde iba a ser capaz el estadounidense de seguir a un nivel extraordinario. Porque incluso cuando titubeó en el octavo juego y Alcaraz tuvo una bola de ruptura fue capaz de resolverlo. Era un Fritz mayúsculo que hacía sufrir sobremanera a Carlitos. Su resistencia flaqueó en el duodécimo juego cuando el saque no le respondió. Con su servicio cometió los errores en los que no había caído en las dos horas anteriores. Y Alcaraz estuvo en su sitio. No dudó y tampoco cometió un solo error. Lo justo para equilibrar y prolongar el partido.
Las dificultades vividas durante muchos momentos de partido para resolver su servicio desaparecieron. Alcaraz cedió tres puntos con su saque en sus tres primeros turnos. Fritz no encontró respuestas en el sexto juego. Falló una derecha, cometió una doble falta, llegó un error de revés y Carlitos estaba ahí. El "break", superadas las dos horas y media de pelea, multiplicó el desgaste del estadounidense que ya no pudo más.