Luis Medina está «supertranquilo» ante la eventualidad de que el juez le deje con el boxer de Hugo Boss puesto pero definitivamente desprovisto de esas cosas sin las que la vida le debe de parecer insufrible, como un yate y un buen colchoncito en fondos de inversión con el que seguir transitando este valle de lágrimas con trazo especulativo. Su convencimiento es que el juicio mediático lo tiene más que perdido (y tanto que sí) y toca ahora, por consiguiente, centrarse en el «juicio penal». Sobre Feria, el velero objeto del embargo judicial, dice haber presentado ya ante el instructor la factura acreditativa de su compra. Se confirmaría entonces que no se lo llevó del astillero pistola en mano.
De lo...
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