En recuerdo de Claro Fernández-Carnicero, hombre de bien.
Francisco Ayala, nuestro gran literato, fue también letrado del Congreso de los Diputados y, de un modo u otro, ejerció de tal casi hasta su muerte el 3 de noviembre de 2009. Entró a prestar sus servicios en la Cámara en 1932. Formó parte de una promoción en la que coincidió con personalidades tan descollantes y de trayectoria vital tan diferente como Gaspar Bayón, José Madina, Joaquín Rodríguez y Jesús Rubio. Compatibilizándolo con sus tareas universitarias y literarias, algo con enorme tradición entre los letrados de las Cortes Generales, pronto se incorporó al quehacer parlamentario republicano, que observa con agudeza y cierto distanciamiento. En sus 'Recuerdos y olvidos' deja huella de ello: «Aunque...
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